Guerrero es el autor del disparo de un cartucho de gas lacrimógeno que le dejó secuelas de por vida al fotorreportero, al herirlo gravemente en su cabeza.

Pablo Grillo: la Justicia procesa al gendarme Héctor Guerrero, autor del disparo que fracturó el cráneo del fotorreportero y le dejó secuelas de por vida.
La Justicia Federal decidió este martes procesar a Guerrero sin prisión preventiva.

El gendarme fue acusado de haber herido gravemente al fotógrafo Pablo Grillo, al dispararle un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza durante una manifestación por los jubilados en las inmediaciones del Congreso en marzo, mientras el fotógrafo registraba la marcha.
La familia de Grillo pide justicia desde hace meses, considerando además la rapidez con la que pudo identificarse a Guerrero como autor del disparo. Desde aquel momento, la vida del fotorreportero cambió. Tuvo que someterse a múltiples cirugías cerebrales y rehabilitación. Producto de las secuelas, según su familia Pablo «ya no es el mismo» desde entonces.
La jueza María Servini, a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N°1, firmó el fallo que imputa a Guerrero por los delitos de ‘Lesiones gravísimas y abuso de armas, agravados por su condición de ser miembro de una fuerza de seguridad’.

El expediente judicial se centra en dos aristas: por un lado, la gravedad de la herida causada a Grillo, y por el otro, el uso indebido de la fuerza por parte del gendarme.
Guerrero disparó de modo paralelo al suelo, lo cual es antirreglamentario porque vuelve potencialmente mortales a las armas no letales.
El Juzgado determinó que Guerrero efectuó el disparo que impactó en Grillo de esta manera prohibida y que, además, realizó otros cinco disparos con el mismo accionar irregular.
Como consecuencia del procesamiento, la jueza Servini ordenó también el embargo de los bienes del gendarme.
El caso de Pablo Grillo se suma a otros que investigan el accionar represivo de las fuerzas de seguridad durante marchas.

Asistimos a innumerables casos de violencia institucional en contextos de represión de manifestaciones, especialmente frente al recrudecimiento del ajuste y con ello un aumento en la conflictividad social, que los gobiernos deciden resolver a los palos. Pablo fue el más grave, pero incluso ese mismo día ocurrió el caso de Jonathan Navarro, que perdió un ojo producto de un disparo.
Cómo sigue la salud de Pablo
Los familiares del joven fotógrafo, de 35 años, dieron a conocer este martes -a través de las redes sociales- un nuevo informe sobre su salud, según el cual “su evolución es positiva”.
“Sigue en el Hospital de Rehabilitación Rocca, está empezando a comer con ayuda, se sienta y se levanta con asistencia, y le están administrando medicación para que esté más reactivo. Seguimos para adelante, lento pero a paso firme”, agrega el parte.